20 oct 2016

SE NOS MARCHAN DE NUESTRO LADO Y NUESTROS CORAZONES ENTRISTECEN


SE NOS MARCHAN DE NUESTRO LADO Y NUESTROS CORAZONES ENTRISTECEN, Y DE INMEDIATO SON ACOGIDOS POR NUESTRO DIOS TODO PODEROSO, Y NUESTROS CORAZONES DESPIERTAN , SE NUTREN MAS, SE FORTALECEN  Y EL RECUERDO LOS HACE PRESENTES.

No somos eternos, ya en nuestras trayectorias de vida desde que nacemos arrullados por el calor de nuestras madres, de nuestro padre y hermanitos, se va internalizando un mundo de vivencias las cuales progresivamente toman un sitial especial en nuestras mentes y corazones, y que atados a los valores éticos y morales hogareños, dan forma orientadora al compromiso de vida para con el prójimo.

Nos vamos acercando e integrando siempre a nuevas etapas de la vida como niños en los colegios , liceos, universidades, en carreras universitarias, y en nuestro caso en la carrera de las armas, en cada uno de los apostolados que abrazamos para volar, para navegar, para servir en el Ejército o en la Guardia Nacional.

Y allí, hacemos un alto en nuestro recorrido de formación como niños y adolescentes para comenzar a darle forma  y contenido a una ilusión  y una visión de futuro para afrontar. Somos bien recibidos en una Institución que dará y dio respuestas a la continuidad del hogar, el cual se mantiene abriendo la ilusión bonita de lo esperado por nuestros padres: una carrera digna para sus hijos.

Nos hacemos de una nueva vida, cargada de grandes expectativas nuevos amigos, padres adoptivos y compañeros para toda la vida desde los procesos continuos de formación, como en el desempeño profesional. Y... formamos familia, y, ¡ Allí están nuestros amigos de siempre y para siempre !. 

Pasan los años y la ausencia de familiares, amigos y compañeros de armas, se van haciendo presentes; la resignación también y la satisfacción de haber conocido personas especiales, nos hace cada día mas consustanciados con nuestro agradecimiento a nuestro Dios, por habernos permitido, el haber tenido los padres, hermanos y compañeros quienes le agregaron " valor del bueno ", a nuestras vidas.

Así, en nuestra Institución, llegamos a tener  y a disfrutar a ese compañero, maestro y amigo quien por designios divinos va a ocupar otros espacios en el Reino de los  Cielos, y todo ello va marcando y orientando a nuestras mentes y corazones en reconocer en vida y después de la vida, sus entregas, su mano amiga y el acompañamiento como guía de esa gran familia: la familia militar.

Hoy, elevamos plegarias por nuestros seres queridos, por nuestros compañeros, maestros y amigos; tenemos una Patria esperanzada: Venezuela, le seguiremos dando la respuesta que ella necesita y merece; una respuesta digna y honorable, la que ella y nuestros ancestros siempre han esperado y esperan de sus hijos.

Y nuestras mentes y corazones, se mantienen acorazados y cargados de valores recibidos de aquellos viejos quienes permanecen a nuestro lado siempre.

Tomás Montes de Oca Lugo

Vocal Aviación JD IORFAN