5 feb 2018

Crisis venezolana podría requerir de intervención militar

Contralmirante (r) Carlos Molina Tamayo:

Crisis venezolana podría requerir de intervención militar

Venezuela está secuestrada, invadida por los cubanos comunistas y la región está bajo la amenaza de que en el país se establezcan bases rusas o chinas y que termine convirtiéndose en un trampolín del Hezbolá
Por Redacción Web - 1 de febrero de 2018 9:49 am
El contralmirante retirado Carlos Molina Tamayo, uno de los líderes principales detrás de los eventos del 2002 que sacudieron los cimientos del poder en Venezuela, no cree que hoy estén dadas las condiciones para emprender nuevamente las masivas protestas que llevaron al entonces presidente Hugo Chávez a ser arrestado y salir brevemente del poder.
“Hay mucho terror. La gente se encuentra secuestrada y está bajo el síndrome de Estocolmo, complacientes con los secuestradores”, dijo Molina Tamayo en una entrevista realizada en la redacción de el Nuevo Herald.
Y esa es la razón por la que cualquier resolución a la crisis venezolana, marcada por desaparición de comida y de medicina de las estanterías, va a tener que venir desde el exterior, dijo el contralmirante, quien le da casi nulas probabilidades de éxito a que los venezolanos por si solos puedan provocar la salida del régimen de Nicolás Maduro.
“Tiene que venir alguien de afuera a ayudar para que los que estén adentro se puedan sumar. Porque realmente están atemorizados, y con razón, porque sabemos que es un régimen perverso que desaparece gente, que tortura y que tiene mazmorras como La Tumba, donde están todos estos pobres estudiantes que han sido maltratados”, dijo Molina Tamayo.
El contralmirante retirado, que vive en España pero que se encontraba este mes en Miami, forma parte de un creciente número de venezolanos que abogan a favor de una “intervención humanitaria” en Venezuela, que conllevaría a una coalición de países amigos y de organizaciones multilaterales a enviar fuerzas militares al país petrolero a detener la sistemática destrucción del país.
La intervención, también conocida como “injerencia humanitaria”, ha sido utilizado en la historia en una veintena de casos extremos, que van desde la intervención de Vietnam a Camboya en 1978, que puso fin al genocidio que estaba tomando lugar en ese país, hasta la intervención de Ruanda en 1994.
Intervenciones de este tipo ejecutadas en el hemisferio occidental incluyen las intervenciones estadounidenses de Haití en 1915 y 1994 y de República Dominicana en 1965.
La situación aún esta muy lejos de asemejarse al caos padecido en Ruanda y Camboya, pero sí está llegando a un punto bastante alarmante que está conmocionando a la opinión pública en países vecinos, en momentos en que millones de niños venezolanos comienzan a padecer los efectos de desnutrición y sus padres comienzan a buscar maneras de huir pese a encontrarse en el país con las mayores reservas petroleras probadas del mundo.
Ante el acelerado deterioro de las condiciones en el país, Molina Tamayo dijo que llegó la hora de los venezolanos que se encuentran en el exterior de jugar un papel mucho más activo en tratar de ayudar a sus coterráneos, abogando en los países en que se encuentran a favor de la adopción de acciones diplomáticas mucho más fuertes. Estas acciones de cabildeo son requeridas especialmente en los países del Caribe para que sus gobiernos dejen de respaldar al régimen ante la Organización de Estados Americanos (OEA).
En el segundo campo de acción, los países de la región deben considerar que una intervención para salir en rescate de los venezolanos sería beneficioso para sus propios intereses.
“Y digo rescatar a Venezuela porque está secuestrada, está invadida por los cubanos comunistas y la región está bajo la amenaza de que en el país se establezcan bases rusas o chinas y que termine convirtiéndose en un trampolín del Hezbolá y de otros grupos terroristas que son auspiciados por varios personeros del gobierno”, señaló.
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