9 feb 2018

DECISIÓN DEMOCRÁTICA.

DECISIÓN DEMOCRÁTICA.

Vivimos momentos políticos difíciles en nuestro país cuyas consecuencias nos conducen al caos humanitario. La imposición por casi 20 años de un Sistema Político de Gobernabilidad Totalitaria Socialista, al margen de la voluntad soberana establecida desde 1999 en la Constitución, está demostrando su fracaso, lo cual obliga al sufrido pueblo venezolano a tomar el camino de la recuperación de la vigencia de nuestra Ley Fundamental para corregir el rumbo, revirtiendo la situación hacia la Seguridad, el Desarrollo y Bienestar que nos fundamenta el marco de la Democracia Republicana.

Lo sucedido con el fracaso de la “Negociación” en República Dominicana entre representantes del régimen venezolano y de la oposición democrática, se veía venir por las demostraciones de intransigencia inconstitucional mantenida por funcionarios del oficialismo contra las demandas democráticas de la contraparte. En este punto es interesante destacar que la estrategia oficialista está centrada principalmente en destruir la UNIDAD de la oposición, lo cual representa la gran fortaleza política de los factores democráticos, intentando minimizar con ello el peso político que significa la ruptura flagrante del hilo constitucional, el fracaso socioeconómico y el desprestigio internacional del régimen. Desgraciadamente la estrategia oficialista ha ido socavando en la oposición esta necesaria UNIDAD, alimentada por la desesperación del HAMBRE ha llevado a despertar  radicalismos y posiciones contrarias a las decisiones de quienes lideran la UNIDAD DEMOCRÁTICA afectando su necesaria cohesión política.

La posición del régimen ante esta situación de caos provocada por él mismo, ha sido continuar con la presión del adelanto de las elecciones presidenciales sin respetar las reglas constitucionales y reglamentarias, para favorecer las pretensiones de reelección de Maduro y aprovechar la situación para seguir  vulnerando a la UNIDAD DEMOCRÁTICA incrementando sus diferencias internas entre VOTAR O NO VOTAR.

Particularmente creo que este no debe ser el enfoque del problema, debemos salirnos del laberinto donde nos quiere llevar el régimen y ubicarnos en mantener la UNIDAD bajo el OBJETIVO FUNDAMENTAL (OF) de nuestra lucha democrática: RECUPERAR Y ACTUALIZAR LA GOBERNABILIDAD DEMOCRÁTICA Y REPUBLICANA DE LA NACIÓN VENEZOLANA. Considerar el cambio del régimen dictatorial como una META importante más no la culminación de la esperanza democrática. Es esencial promocionar la UNIDAD del consenso popular democrático en el marco del reclamo constitucional exigiendo elecciones justas y legales como lo ha exigido la UNIDAD DEMOCRÁTICA en la negociación con el régimen; de no lograr el consentimiento oficialista seguirlo reclamando dentro de la estrategia que proponga el liderazgo de la UNIDAD DEMOCRÁTICA con el respaldo de la comunidad internacional. Debemos hacer un gran esfuerzo político dentro de esta situación fortaleciendo la UNIDAD del pueblo democrático para exigir el desarrollo futuro de nuestro país. No caigamos en caudillismos ni en egoísmos, es hora de sumar todos en un solo sentido.. El dilema no es votar o no votar; la cuestión es recuperar nuestra gobernabilidad democrática republicana. Sugiero, por una parte fortalecer el liderazgo de la MUD, construyendo una vocería oportuna y consecuente sobre la cual se alimente la UNIDAD POLÍTICA del pueblo opositor, y por otra quienes participemos en ella seamos leales a la estrategia de la UNIDAD para poder contrarrestar las intenciones de la estrategia oficialista. Si la decisión es ABSTENCIÓN ella deberá estar respaldada por acciones constitucionales eficientes y eficaces; si la decisión es PARTICIPAR es porque estamos seguros de vencer el “probable fraude” o que tengamos la suficiente fortaleza para desconocer una elección escamoteada. La UNIDAD es fundamental para lograr los propósitos que nos proponemos. Así lo creo. GMV.

8/2/2018.