Al General de División (AV) Oswaldo José Plazola Gilly:
“No se muere hasta no haber sido totalmente olvidado. No se vive hasta no tener obras por las cuales ser recordado”.
Es esto lo que hoy nos hace vibrar los más íntimos sentimientos de profunda pena, de solidaria amistad y más aún, de reconocimiento al viajero que despegó en el vuelo eterno hacia el infinito, mientras nos encontramos reunidos familiares y amigos, en este solemne acto de despedida final.
Recordar pensando: en el silencio de los recuerdos retenidos pasados una y otra vez por nuestras mentes o recordar hablando: conversando acerca de esos recuerdos comunes, es lo que perpetúa la presencia del nuestro querido General Oswaldo Plazola Gilly en esta Dimensión de los que aún vivimos.
Es indudable que hablar del General Oswaldo Plazola, es hablar de la Historia Militar del País, es hablar del desarrollo de la Aviación Venezolana, es hablar de la Fuerza Aérea Venezolana, (no de algún extraño Componente) tal como él la concebía desde las alturas de la planificación de la Defensa Aérea Nacional, cuando le tocó ser fundador del Comando de Defensa Aérea Nacional.
Hablar del General Plazola, es hablar del debido empleo de los medios aéreos para su utilización en la guerra, concibiéndola como una Fuerza Independiente, como se concluyó después de la Segunda Guerra Mundial, asunto doctrinario que él había aprendido en sus múltiples estudios y que luego enseñó por mucho tiempo, además de ponerlo en práctica en Planes y Programas, desde la alta posición que le tocó desempeñar como Jefe del Estado Mayor Conjunto del Ministerio de la Defensa.
Aunque parezca mentira, todo lo dicho es “lo menos”.
Lo más, es que:
Hablar de Oswaldo Plazola, es hablar de un hombre de uniforme azul pizarra y de braga de vuelo. Un piloto que nos llena de orgullo, destacado desde sus primeros pasos como cadete de nuestra siempre amada Escuela de Aviación Militar, de ninguna extraña Academia, hasta la máxima jerarquía existente: la de General de División, a la cual llegó no por razones casuales, sino con sobrados méritos, manteniendo siempre su apego y amor al vuelo y a su querida FAV
Recordar al General Plazola, es recordar a un ser humano de características y de sentimientos muy especiales: el amigo sincero, el compañero afable y noble, el superior comprensivo y orientador.
Bullen en mi mente los recuerdos de los tiempos jóvenes, cuando se formó y operó el Equipo Acrobático de la Fuerza Aérea: “Los Caciques”, con los aviones Venom, “liderado” por el entonces Mayor Oswaldo Plazola Gilly (Guaicaipuro) y del cual fui gregario (Yoraco) en la posición de cierra rombo y de plano derecho. Ocurrió que durante una práctica de vuelo, hubo una colisión del “solo”, con los cuatro aviones que formaban el rombo, provocando una gran explosión en el aire, de la cual escaparon con vida El Mayor Plazola y el Tte. Rubio Espina, gracias a que se eyectaron oportunamente y falleció el “solo”, el Cap. Nestor Luis Guerrero. Pues bien, días después ya enterrado nuestro compañero Nestor Luis y a pesar de lo impresionante del accidente, el Mayor Plazola nos reunió para solicitarnos a los gregarios, si queríamos mantener el Equpo Acrobático Los Caciques. Ante esa muestra de convicción profesional y de valor, amén de amor por la Fuerza Aérea, varios continuamos volando, por varios meses más, como siempre bajo el liderazgo de aquel a quien hoy me toca despedir.
El General Plazola siempre enseñó con el ejemplo
Mi querido General Oswaldo Plazola: Despegue su nave y elévese al Infinito. Ícaro le indicará el camino. Desde esta Dimensión le despedimos sus familiares y sus amigos presentes y los sobrevivientes del Equipo Acrobático. José Miguel Àngel Gonzalez (Miguel Àngel), Vladimir Dorta Díaz, Fernando Rubio Espina, y este servidor, todos orgullosos de haber estado junto a usted, en este lado de los tiempos y de los lugares. Allí le recibirán los gregarios que se le adelantaron: Nestor Guerrero y Roger Blanco Castillo y muchos otros del Azul Pizarra, pioneros y de esa meritoria generación de aviadores a la cual usted pertenece.
Dios le Bendiga y le de el Descanso Eterno
Sabemos que nos hará compañía todos los 10 de Diciembre, Día la FAV.