¡Entierren al difunto!
Enrique Prieto Silva
Jueves 30 de enero de 2014
¡A los altos oficiales de la FAN!: Es odioso ver cómo juegan con el sentimiento humano encarnado en la figura de una persona, que creyó hacer un papel relevante en la historia patria, creyéndose un dotado de virtudes, llegando a compararse con El Libertador, a quien no solo idolatró, sino que tuvo la procacidad de “jurungar” sus restos, en un arrebato tormentoso avalado por una turba de procaces, que sin pudor ni empacho lo apoyaron y ayudaron en su irreverente sacrilegio.
Y aunque pareciera una suerte de desagravio sobrenatural, la muerte les ha seguido sus pasos, y con su brazada ha contagiado de perfidia toda su hechura, transformándola en un torrente de fracasos, sinsabores y maledicencias, que no puede llevar otro calificativo que el de ruindad. Fue el legado que recibió Maduro, quien pareciera no ser bien visto por los soldados de la patria engatusada. Sinceramente, dan asco y solo merecen el calificativo de irreverentes estúpidos.
Nos quieren vender el inicio de una “patria nueva”, por ello, la oficialidad en el retiro, pensando en enrumbarla por el camino de la democracia, la prosperidad, el desarrollo, la seguridad y la paz, insiste en recordar, que “en la historia patria, la Fuerza Armada Nacional, siempre ha enfrentado con acierto los grandes retos que se le han presentado, interpretando cabalmente el sentimiento nacional”, y que “la grave crisis política que actualmente vive Venezuela, exige que la Institución Armada coadyuve y logre mantener el necesario equilibrio entre todos los grupos políticos y sociales, para constitucionalmente colaborar en la solución de la crisis nacional”.
La incertidumbre que avizoramos se hizo realidad y pone en claro un futuro imperceptible, que requiere una conducción gubernamental seria y sincera; que comience por reconocer el rotundo error, de haberse dejarse confundir y guiar por un personaje que nunca tuvo fortaleza de criterio real e inteligente, sino que amoldó su ideario a una inocente fluidez de percepciones pueriles cargadas de elementales creencias cuasi religiosas, que lo fueron cargando de egolatría, que aprovechó para el encantamiento de los más humildes venezolanos creyentes, que llegaron hasta adorarlo y venerarlo cual siervo de Dios.
Venezuela espera de los conductores de nuestra FAN el uso de su intelecto, para ayudarla a salir del trance irremediable que nos legó el difunto. Es cierto, ¡Venezuela es otra!, pero no es la queremos. Leemos en un diario brasileño el fin del ALBA y del “socialismo del siglo xxi” y que para AL la crisis económica de Venezuela dejo en claro, que con la muerte del “difunto” se terminó el tiempo del dinero fácil para financiarlos; alejando de su órbita a los países, que a pesar de compartir su misma demagogia, han entendido que la proximidad con Venezuela ya no es rentable. La ausencia de la chequera del “difunto”, está atrayendo la inversión extranjera y al FIM. Es triste admitir, que “el bolivarianismo se creó y se mantuvo en torno al carisma, la chequera y las ideas del “difunto”; los mismos elementos que conformaron y construyeron el desastre que vive Venezuela; y no es justo, que la FAN este recibiendo el destellado insulto que produce un comandante en jefe, capaz de decir, que “el libre comercio es como el intercambio de las pepitas de oro por espejos, sistema con el que nos colonizaron durante 500 años”; reduccionismo primitivo del que quieren separarse los socios del ALBA.
La ridícula y morbosa campaña del “cuartel de la montaña” y enojar a Dios con el ¡Chávez vive! de unos pocos “jerarcas de la cúpula militar”, permitan que se mancille el honor de todos los soldados de la patria, para tener que “calarnos” las maledicencias y descarnados insultos de la mayoría de los venezolanos, que quieren endilgar a nuestras FAN el desastre cometido durante más de 15 años por unos “choros” disfrazados de políticos.
¡Por favor! es una realidad que los invita a que “entierren al difunto”.