BONCHE EN EL BRONX SOCIALISTA
Enrique Prieto Silva
Jueves 31 de julio de 2014
Referimos, que desde el inició de la República, siempre privó el jolgorio, la chercha y el palabrerío vacío y sin sentido, y aunque en paralelo se desarrolló un mundo de intelectuales que brillaron por sus ideales de patria, nunca pudieron definirla y quedó allí, en el sentir del venezolano como un fervor pasajero. Así vemos un pueblo creyente en mitos y leyendas, adornadas con estribillos de adoradores, que han moldeado un sin sentido político muy cercano a la estupidez, conformante de la "patria estúpida" que hemos creído sea "pasajera". Por ello, mientras el mundo se rinde ante los avatares que generan situaciones como la que ocurre en el Medio Oriente, donde ha insurgido el más dantesco movimiento político-religioso de la historia, con crímenes que escapan a cualquiera demoníaca actitud, aparece como noticia bananera: "Maduro bailado mambo en el Bronx". Allí, donde los afro descendientes gringos y latinos, han conformado la concentración de la mayor población de Afroamericanos, donde hay mucha manifestación de racismo, que como dice el vulgo: "...cosa que en estos tiempos ya no se observa mucho pero ellos mismos son los que se hacen de menos y hay mucha delincuencia…".
Se observa el contraste en los discursos de jefes de Estado en la ONU, quienes ven los problemas del mundo con visión real y peligrosa, como el enfrentamiento del presidente de USA, quien protagoniza la ofensiva de la coalición internacional, cada vez más dura contra el Estado Islámico; mientras otros, como el venezolano, intenta demostrar ínfulas de prócer independentista, aparentando representar un país y un pueblo que viven con holgura y libertad, pero que en realidad su mayor angustia es no ver o imaginarse un país con futuro.
Inquieta, que en su discurso, el mandatario venezolano llamara a todas las comunidades a reconocerse "como un solo pueblo" y a "renovar el voto de solidaridad y de hermandad que une a toda Latinoamérica”, sin embargo, por razones de la estúpida política iniciada por el difunto, no convoca a los venezolanos que viven en ese país, a renovar su nacionalismo y a proponer mejores vías para una verdadera "patria segura". Después del bonche, quedó admirado por la habilidad de los pequeños músicos emuladores de los nuestros, y no entendemos la fácil forma de manifestar su ignorancia en el interés de demostrar lo que no es su obra: "Quiero que estos niños y niñas que tocaron hoy visiten Venezuela y compartan con nuestro Sistema de Orquestas Simón Bolívar". Ese compartir solo es deguste de abrir la boca para ofrecer lo que menos tenemos: idioma, cultura y divisas mermadas, al superar los dos millones ofrecidos por África para atacar el ébola, que no tiene control de cambio, con cinco millones. Es la forma "roja rojita" de administrar los recursos petroleros: regalar lo que nada les cuesta y que todos necesitamos. Olvida o no sabe Maduro, que esa juventud del Bronx, a pesar de su expresiva bienvenida a quien cree un importante y regalón jefe de Estado, tiene que prepararse para ofrendar su sangre por la conquista de un mundo de paz mediante el servicio militar contra el terrorismo dantesco, tolerado y hasta propiciado por Estados amigos de los tontos "revolucionarios" venezolanos, que solo ven la paja en el ojo ajeno. También estúpida e ignorante la insistencia de pedir a Obama terminar con el "bloqueo" a Cuba, confundiendo así el embargo; pedir la "independencia" de Puerto Rico, como este fuera una colonia y proponer salvar el ambiente eliminando el ministro que controla su depredación.
@Enriueprietos
www.venecologia.com