Adolfo Añez Marcano y Familia.
Diciembre 2.012
Nuevamente el tiempo inexorable se lleva una año
más. Ha sido un tiempo que hemos vivido e igualmente un año que hemos de
restar del tiempo que el Creador nos ha concedido en esta hermosa
tierra.
El año se lleva lo que hicimos y lo que dejamos de
hacer y eso es historia, pero nos deja otras muchas cosas, las mayorías de
ellas perdurarán en nuestras mentes quizás por el tiempo que nos resta. Algunas
para rememorarlas con mucha alegría y, por que no, con bastante orgullo.
Mas sin embargo este año, como muchos otros, nos
deja un amargo sabor y una incertidumbre nunca antes vivida. El
final de este año nos deja, y el venidero nos encuentra, con muchos DEBE en el
balance final.
Debemos reconciliarnos con nuestros hermanos, de
sangre, de credo, de amistad y sobre todo por ser hijos del mismo Padre
Creador.
Debemos respetar nuestro libre albedrío por ser obra
del Todopoderoso y un mandato suyo que
usáramos el nuestro pero aceptando el de nuestro hermano.
Debemos recuperar nuestra familia muchas veces
distanciadas por diferencias
ideológicas o materiales.
En esta hora tan particular que vive Venezuela y
todos los que en ella habitamos, debemos pedir al Niño Dios que de la sapiencia necesaria a nuestros gobernantes para guiar la República por senderos
de desarrollo y prosperidad pero sobre todo con mucha comprensión para que
reine la paz y la fraternidad que hagan posible ese desarrollo. Pidamos por que
nos muestre aquellos ciudadanos que pudieran servirnos de guía para saber
aceptar la realidad de la
Nación y, buscar la mejor forma de lograr una sana convivencia de todos los sectores que
hacemos vida en esta Patria. No tenemos otra Patria mejor por que no existe,
pero tenemos que quererla y cuidarla para las futuras generaciones.
Debemos ser mejores ciudadanos, que dirijamos
nuestra mirada hacia abajo y hacia los lados para poder descubrir a
aquellos que han estado allí por siempre
pero que por mucho tiempo hemos ignorado.
Hoy, debemos decir que queremos vivir en paz y
luchar por ello, que reclamamos el
respeto que merecemos como ciudadanos
pero, debemos luchar por ello.
Hoy, debemos defender el sistema de vida que
escogimos, hace mucho tiempo, para nosotros, para nuestros hijos y para todas
las futuras generaciones.
Hoy, no debemos suplicar que no nos arrebaten lo que
nos legaron nuestros Padres
Libertadores : Nuestra LIBERTAD.
Esta ocasión, cuando celebramos la natividad de
nuestro Redentor, es propicia para recordar
que debemos pedir a Nuestro Señor y a nuestras Patronas, nacional y regional , nos brinden la sabiduría y la fortaleza necesaria
para aceptar todo aquello que redunde
en el bien
de l a Patria y
rechazar y luchar
para no permitir la
destrucción de la convivencia y la paz en nuestra amada
Venezuela.
También
debemos pedir el
valor y el arrojo
necesario para abandonar
nuestra indiferencia y apatía, y
luchar por que el futuro de las nuevas generaciones no se convierta en un retroceso histórico.
En esta Navidad queremos regalar Esperanza, Amistad y una Estrella en los
hogares de toda la humanidad, especialmente a nuestras familias propias, a la
gran Familia Venezolana y de manera
muy particular a la Familia IORFANA para
que en este
nuevo año el Todopoderoso
Señor del mar y dominador de la tempestad
nos señale el rumbo hacia la prosperidad y la grandeza que merecemos y todos nuestros afiliados sientan un gran
orgullo de pertenecer y colaborar con nuestro IORFAN
Les deseamos de todo corazón:
Adolfo Añez Marcano y Familia.
Diciembre 2.012