Cuando un sueño se convierte en realidad, la emoción de mudar una cosa en otra se sublima, omitiendo los espacios de las indecisiones de la incuria y de las dudas, para llegar en forma indefectible a la euforia del optimismo.
Fue un sueño, hoy es una realidad, la idea primigenia surgió de una especie de fantasía que se tiene como verdadera, de una definición de sensibilidad, de un clamor colectivo en el grito exhalado con fuerza de aquellos que lo dieron todo en su juventud y, que ahora con la nieve de los tiempos exigen con derecho y con instancia, la gloria de los laureles de la paz.
El artificio y hermosura de la obra ejecutada con primor, eclosiona el capullo de la flor del corazón, exulta e inunda de realidad afectiva el bien que se recibe.
Destreza, esmero y habilidad fueron el norte para que la obra realizada, fuese digna de nuestros Oficiales, Viudas y Sobrevivientes, con una atención privilegiada y personal, moderna y eficaz, donde reciban la utilidad y provecho de sus derechos que merecen.
Este Centro de Atención, es el modelo para otros Centros de similar armonía y perfecta proporción, y que llevan su facilitación lo más cerca de los más necesitados en las áreas geográficas donde habitan.
Necesitamos la ayuda de todos, para que estos Centros, en verdad, se mantengan pulcros y operativos, y que puedan cumplir con sus objetivos, que no son otros que la razón de servir con amor y cariño…