Nuestra patria es América!
Enrique Prieto Silva
Jueves, 09 de abril de 2015
Venezuela va a la Cumbre Panamericana arguyendo el sonso pregón de un prepotente inválido, que seguirá siendo encumbrado por sus socios de la ALBA y Petrocaribe, como el país promotor de una “revolución” famélica, que con bombos y platillos deslumbró como alma quimérica a la mayoría de los pobre pueblos latinos, que hoy se acompasan para parodiar al sueño de Bolívar, que retumbó en 1826 con ¡Nuestra patria es América! Una expresión y deseo grande como el pensamiento bolivariano, hoy vituperado por quienes usando su nombre, han transformado a Venezuela en un paupérrimo pueblo de menesterosos, donde increíblemente se lucha por vivir y para vivir.
El pensamiento historiográfico de quienes seguimos insistiendo en ubicarnos en el lado cierto de la historia, y que, a más de negar cualquier vestigio de bondad en estos años de contra patria, tenemos que ayudar a desenmascarar la mentira encumbrada como verdad mesiánica por el absurdo bautizado como “comandante eterno”. Sin dudas, la negación de la historia patria encumbrada en la Panamá de la Gran Colombia, que en procura de albricias hoy quiere el acuerdo de los jefes de Estado y de gobierno del Continente, que con los ojos abiertos exasperan por el error de incrédulos que se dejaron dominar por la estupidez del “socialismo del siglo xxi”, que no fue más que una locura exasperante surgida de un nefasto militar mediocre, que sin dudas cambio la historia patria de comienzos del siglo xxi, como igual lo fuera con el “chopo ´e piedra” de comienzos del xx, que a pesar de la ignorancia del siglo que no se abrió a las luces iniciadas en el xix con la posrevolución industrial y la apertura del comunismo democrático de Marx y Engels, en contradicción dio apertura a la industrialización del “oro negro”, destruida por estos nefastos “revolucionarios”, que creyeron que patria es solo saludo a la bandera y cánticos mesiánicos. Da tristeza la mediocridad de quienes impulsan “el rincón del comandante eterno”.
Jamás se imaginó Bolívar, que su visión de Panamericanismo, de “formar la unidad de un mundo atado por costumbres semejantes y por anhelos idénticos…, la formación de una sola y poderosa nación…, y ver formarse en América la más grande nación del mundo, menos por su extensión y riquezas que por su libertad y su gloria…, una sola nación con un solo vínculo que ligue sus partes entre sí y con el todo.”, fuese traicionado su pensamiento por una lamentable “ralea” obligada a encumbrar un personaje que solo impulsó el fracaso edulcorado con la magia del regalo y la dádiva. Una casta social gobernante, que soliviantó los pueblos libres de América y se unió a la gran matriz mundial del terrorismo, buscando el liderazgo mesiánico de quien llamó “comandante eterno”, sin importarle fronteras, ideología ni religión, con tal de querer cambiar los siglos de historia en un tiempo irreverente. Pero aunque no lo imaginan y mucho menos lo quieren, en esta Cumbre Panamericana, resurgirá la Venezuela de siempre para volver a ser la Patria de Bolívar, aunque en contra de la cumbre de 1826, Estados Unidos, que no asistió, fue el primero en anunciar su asistencia, para no seguir siendo la cuña del palo de la discordia americana.
Después de su entrada a Caracas en 1824, Bolívar concibió un vasto plan de confederación continental, una liga anfictiónica de las nuevas democracias a base de igualdad entre sus miembros, cuyo objetivo miraba a la defensa común en los momentos de peligro, a la solución pacífica de los conflictos y a la afirmación armoniosa de la vida internacional de los confederados. Pensó que para formalizar esta idea era necesaria la fusión de toda la América meridional en un cuerpo de naciones hermanas.
En momentos de esta nueva Cumbre debemos recordar la “IX Conferencia Panamericana” efectuada en Bogotá en 1948 después de la II Guerra Mundial, donde se firmó el “Tratado Americano de Soluciones Pacíficas”, llamado también “Pacto de Bogotá”, con el cual quedó constituida la Organización de Estados Americanos (OEA). La antigua “Oficina Internacional de Repúblicas Americanas” se convirtió en su secretaría permanente con sede en Washington. Hoy sigue siendo el centro de atención de los pueblos americanos, que aunque empleen el insulto de ¡yanqui go home! Es solo un dentellar de odio por amor. ¿Cuál es la medida tomada por Obama contra Venezuela que se discutirá en esta Cumbre?