Posibles escenarios ante la caída de la popularidad del chavismo.
Alfredo Croes
Alfredo Croes preparó un documento que intenta presentar una visión sobre los escenarios posibles ante la caída del chavismo en la preferencia popular en Venezuela (2778/15). Es importante mencionar que información adicional proveniente de las encuestas indica que la situación es todavía más negativa para el oficialismo:
Los antecedentes
La caída del chavismo en preferencia electoral excede el simple movimiento migratorio de una preferencia política hacia otra. Desde marzo del 2015 el chavismo, en cada medición electoral, ha venido continuamente perdiendo entre 3 y 5 puntos en autodefinición política en las encuestas de mayor seriedad, en lo que puede catalogarse como un alud de pérdida de apoyo político.
Esta situación está creando tal nivel de angustia en las filas del Madurismo, que los hace buscar:
1.- Caminos para la detención del alud electoral y buscar comenzar un repunte en su afiliación partidista
2.- Medidas que afiancen el poder militar dentro del gobierno, a la vez que cada vez más haga cómplice al Alto Mando militar en desafueros, medidas desesperadas, o actos de gobierno en el que se vean claramente identificados no sólo como ejecutores de las medidas, sino como protagonistas en su diseño.
3.- Actos, que a manera de globo de ensayo, pudieran llevar a la suspensión o retardo de las elecciones para evitar medirse y que se demuestre al mundo su condición de ínfima minoría.
La caída en popularidad o alud, como lo denominamos, implica que sea bastante factible la conquista para la oposición de 2/3 de la Asamblea Nacional y su consecuencia sería la inminente remoción de las autoridades que conforman los restantes poderes públicos: TSJ, Fiscalía, Defensoría del Pueblo, Contraloría General de la República y el CNE; en otras palabras, el chavismo perdería su absoluto control de los poderes, dejando a Maduro sólo en el Ejecutivo, debilitado al máximo por el rechazo popular a su gestión, sin divisas y con poderes menguados debido al control opositor de los restantes poderes públicos.
¡La hecatombe de chavismo y gobierno!
Las estrategias del chavismo y los escenarios
Estrategia 1: La recuperación electoral
El gobierno cuenta con algunos recursos aún reservados para aliviar la precariedad social en las inmediaciones de la fecha de las elecciones, procurando mejorar parcialmente el abastecimiento en los expendios del Estado -primariamente- y el remanente en la cadena de supermercados nacionales.
En adición, el gobierno desarrolla su plan de las OLP´s para resaltar en medios públicos que le hace frente al segundo flagelo social que es la inseguridad; desarrollando una batida militar contra los barrios más pobres de algunos municipios del país
Por último, intenta combatir la inflación por vías del control sobre la industria y el comercio intensificando fiscalizaciones, retardando el aumento de los productos de primera necesidad y manteniendo un dólar de 6,30 para las importaciones de alimentos y medicinas.
Los resultados, que deberían a comenzar a ser visibles, no se notan. Las colas, la inflación, el desabastecimiento y el desespero social ante las condiciones inhumanas que debe vivir la población persisten. La disminución en la precariedad social no se aprecia en ningún sector del país.
Luce obvio que las acciones orientadas a mejorar la afiliación chavista no están siendo efectivas.
Estrategia 2: Evitar el logro de los 2/3 opositores
El control que ejerce el ejecutivo sobre el CNE es harto conocido. El organismo electoral, ya incapaz de lograr una mejoría en condiciones para el chavismo por la vía del Gerrymandering, decidió trastocar la elegibilidad de los circuitos por vía de aceptar la alteración de los pronósticos poblacionales del INE, y modificar la cantidad de diputados que se podían elegir en los circuitos más opositores del país, transfiriendo esos diputados a circuitos presuntamente más chavistas.
La segunda acción destinada a mejorar las condiciones electorales para el chavismo, fue la migración de electores de un municipio a otro, e incluso de un estado a otro sin el necesario consentimiento del elector.
Lo que el CNE y el gobierno no previeron fue que un alud de caída de popularidad del chavismo deshiciera sus acciones anteriores, ante el hecho evidenciado en las encuestas de la nueva mayoría opositora en los circuitos, municipios y Estados más chavistas. Baste mencionar que el circuito más notorio del Estado más chavistas del país, El Circuito 1 de Portuguesa, está siendo ganado por la oposición por un margen de casi 20 puntos, cuando en las parlamentarias del 2010 su resultado electoral favoreció al chavismo por 27 puntos sobre la oposición.
El ventajismo, compilado en acciones todas que hacen uso de recursos del estado para privilegiar el alcance, la comunicación y la movilización electoral, igualmente se les cae, pues ya no luce haber una mayoría a la cual hablarle, o movilizar el día de las elecciones. Las clases populares se convirtieron mayoritariamente en opositoras al oficialismo.
Lo fallido de las acciones del CNE sólo va dejando mínimas opciones, entre las que resalta un posible intento de fraude electoral.
Lo estimado por nuestro equipo es una ventaja para la oposición entre 2 y 3 millones de votos dependiendo de la participación electoral. Cambiar esos números es simplemente imposible dada su magnitud. Lo que sólo les va dejando la opción de intentar alterar resultados en unos 6-8 circuitos para evitar el logro de los 111 diputados -opositores o independientes- que conformarían la mayoría calificada en la Asamblea.
Ante el hecho que las inhabilitaciones sólo les dejaron un minúsculo saldo, pues todos los excluidos fueron sustituidos por candidatos de buen perfil público, la alternativa que les queda es jugar al fraude en pocos circuitos, pues sería más factible y menos notorio.
Para ello la implantación de múltiples mesas electorales en circuitos privilegiados por la Misión Vivienda, incluso en edificaciones no construidas del todo, abren un canal de acceso a esta opción. La mayoría de votantes son beneficiarios de la Misión, sus familiares y colectivos de la zona, lo que haría que la defensa del voto opositor fuera algo más difícil de poder ejecutarse con eficacia en esos centros. La ausencia de Observación Electoral disminuiría el riesgo de la presentación de evidencias en el campo internacional. Todos los factores asociados para favorecer un fraude parecen haberse previsto.
No obstante, si el mecanismo de defensa del voto es intenso y efectivo, el logro podría dificultarse.
Estrategia 3: La suspensión de elecciones
Ante las escasas probabilidades de éxito de las estrategias anteriores, la opción de no medirse para evitar la pérdida de la hegemonía de poderes pareciera tornarse crucial para el oficialismo. Claro, el reto es cómo hacerlo y el costo de sus consecuencias.
La salida más simple sería la declaración de un Estado de Excepción ante una convulsión nacional, por la que se postergaría la elección. Esa salida puede ser por vía de la provocación intencional de saqueos o protestas para la creación de un clima de desestabilización del país. El enigma es que pasaría, si en consecuencia de las precariedades sociales, éstas protestas se extienden hacia un caos general y se produce una real explosión social: evento de costo impagable para el gobierno.
La otra opción es a través de una "Malvinización" de la coyuntura, por vía de incentivar agresiones de terceros en la fronteras con Colombia o Guyana hacia el territorio nacional. Esta opción, que luce de mayor factibilidad y menor costo político, también tiene su lado débil habida cuenta de lo delicado de crear situaciones que afecten los DDHH de colombianos viviendo en Venezuela, y de lo que en términos de votación a posteriori y de potencial conflictividad podría significar en los barrios pobres del país en donde se asientan esas comunidades en porcentaje elevados. -la mayoría de los ciudadanos colombianos fue cedulada, adrede, cuando el auge de la Misión Identidad-.
La postergación de las elecciones, de lograrse, conllevan otros costos asociados como (1)la reacción internacional, campo en donde el chavismo cuenta con un descrédito elevado; o (2) el malestar de mandos intermedios de las Fuerzas Armadas, sector que pasa por las mismas vicisitudes sociales que el resto del país.
Los escenarios que se desprenden de las rutas que se pueden producir ante las condiciones del entorno, son básicamente tres: 1.- Se cuentan y pierden sin mayoría calificada; 2.- Se cuentan y pierden con mayoría calificada. 3.- No se cuentan y postergan. Este tercer escenario luce con mayores probabilidades, pero la postergación a un 2016, que luce bastante peor que este 2015, no ayuda y posiblemente eso generaría una tensión popular, que ahora potenciada por las críticas condiciones sociales y económicas, podrían generar una respuesta social desbordada con características de caos y de magnitudes insospechadas . Tal situación también se podría dar si se presume que hubo fraude.
Los escenarios todos son de extrema dificultad para el Madurismo en poder. Parece ser materia de tiempo para que el sustento militar a su gobierno se afecte por la erosión continuada de los cuadros medios y se neutralice, o peor aún, demanden la renuncia del Presidente.
Las dóciles mascotas domésticas cuando son perseguidas y acorraladas en una esquina por los niños de casa, terminan saltando hacia adelante, con violencia, ante su desesperación sin escapatoria lateral. Este símil puede trasladarse al gobierno hoy. Luce que la esquina sin escapatoria sólo dejará un saldo de violencia y sangre.
Quizás sea tiempo de pensar en proveerle a Maduro una salida del gobierno "honrosa" pero inmediata. Ahora no se trataría de mesas de diálogos, sino de negociación entre pares; uno con la mayoría y el otro con el poder. Si se acuerda esto, sería lo de menor costo político y social para todo el país.
Estará Maduro consciente de que ese es su mejor camino? Veremos …