Enrique Prieto Silva
Junes 17 de enero de 2013
Con la sentencia del TSJ, todo quedó claro: el miedo se apoderó del
chavismo, al darse cuenta que su preceptor no es solo el actor, sino el propio
mito idolatrado, adorado y venerado como mesías o profeta, cuya gracia divina
les ha permitido lo imposible. Miedo incrementado con la gravedad del mentor,
cuya esperanza de vida es la gracia divina. Mas claridad tenemos, al conocer el
“secreto” del chavismo para desinformar a los venezolanos y al mundo sobre el
estado de salud del presidente, manteniendo en ascuas, tormento e incertidumbre
a sus seguidores, dedicados al ruego y al rezo por el adolorido.
En realidad,
buscan fortalecer el deseo del “iluminado” de preservar el voto de sus
dolorosamente engañados seguidores para impulsar a Maduro como “marioneta” de
reemplazo. Buscan mantener el “circo”, donde los “boliburgueses” pintarrajeen
una suerte de dogmatismo político sobrevenido, viendo con desesperanza el futuro
incierto del “líder”. Se ve claro, que a pesar del protagonismo que
aparentemente le rubrican a Chávez, por su personalismo narcisista, lo usan como
marioneta autocontrolada y disfrutan de su auto insumido
liderazgo.
Con el “secreto”, por los malos augurios, han creído necesario dar
tiempo al “pueblo” engañado, para que endosen al sucesor todo su amor mesiánico,
con la esperanza de su resurrección.
Entre tanto, la incertidumbre se incrementa en nosotros a medida que oímos
discursos y palabras enjundiosas de doctos profesionales, tenidos como “sabios”,
tal el caso del Dr. Herman Escarrà, de quien no deberíamos dudar de su dicho;
pero contradice nuestro aprendizaje al decir: “…la Constitución establece que en el caso
de que no se pueda llevar a cabo el acto de juramentación ante la Asamblea
Nacional el 10 de enero, el presidente Chávez podría juramentarse para un nuevo
período de gobierno ante el Tribunal Supremo de Justicia”. Transforma la
letra constitucional, y dudamos cuando agrega: “…sería un gravísimo error catalogar o
calificar de falta absoluta el reposo médico del presidente”, y, “…de ninguna manera se trata de falta
absoluta y el presidente Chávez puede juramentarse ante el TSJ si no lo hace el
10-E”. Una interpretación sesgada del amigo Escarrá, tratando de cambiar el
lugar de juramentación por el momento o fecha.
Obvia que la opción
constitucional del TSJ para juramentarse, es para el mismo 10-E, ante la
posibilidad de una causa sobrevenida que impida a la Asamblea Nacional sesionar
o tener el quórum necesario para la juramentación. Miente Escarra al decir: “Cuando ocurren motivos o hechos
sobrevenidos, es decir, que no se podían prever, entonces el presidente debe
juramentarse ante el TSJ. Es un hecho incidental que puede resolverse de
conformidad con la segunda parte del artículo 231 de la Constitución, lo cual no
ha debido generar multiplicidad de interpretaciones, contradictorias unas entre
otras, frente a un mismo texto, por lo demás, sumamente claro. Tampoco debería
generar controversia”. Estamos claros del contenido constitucional, pero no
compartimos su inclusión de motivos o hechos sobrevenidos referidos al acto de
juramentación o a la persona del presidente. Mucho menos considerar la
existencia de “continuidad administrativa” como lo declara el
TSJ.
Aumenta también nuestra incertidumbre, toda la parafernalia esgrimida
por los versátiles y atolondrados líderes del chavismo, quienes no esconden su
preocupación por la salud y vida del presidente, exteriorizando de manera
intencional o velada su miedo a la incapacidad o desaparición del líder.
Percibimos por ello, nuestra apreciación del uso cruel que han hecho de un
personaje engreído y creyente de su mesiánico liderazgo, aprovechado por la
satrapía para el perverso uso de la política y de los recursos del Estado, sin
importarles todo el dispendio hecho por Chávez en su idea de encumbrarse como
líder americano, “culminador del panamericanismo emprendido por Bolívar”. Faceta
que le produjo el acercamiento interesado de gobernantes y líderes americanos y
del mundo, quienes han hecho los mas versátiles negocios con nuestro país, hoy
en una impensada debacle económica. Todo como acción irredenta y frustrada por
la suerte saludable de esta marioneta.
El descubrimiento del
secreto sobre la salud del presidente, ha sonado la alarma nacional, toda vez
que en inverosímil la sentencia del TSJ, declarando en contra de la
Constitución, que: “el presidente tiene permiso para ausentarse, pero no esta
ausente” y que el 10E se produjo “una continuidad administrativa” por la
reelección de Chávez y no la instalación de un nuevo gobierno, como lo expresa
la oposición. Los estudiante han dicho que: “este jueves (10E) se instaló un gobierno de
facto, un poder Ejecutivo que no está avalado por la Constitución,…”
calificando “…como una falta de respeto
la decisión del Tribunal Supremo de Justicia el pasado miércoles, así como el
debate sobre el tema en la Asamblea Nacional…” “Como estudiantes estamos claros
que se acabó un período constitucional. Nos parece que se están usurpando las
funciones del Ejecutivo”.
Muchas son las
opiniones sesgadas o no a raíz de este sórdido “secreto”, que han dado origen a
las mas versátiles y diversas opiniones. Referimos la columna política de
Fernando Londoño Hoyos: “A Chávez
le llegó su hora”… “No cabe duda de que el Comandante se la buscó. Pudo
conseguir el consuelo de un final digno para su turbulenta carrera de mal
militar y eficiente demagogo. Prefirió llevar al extremo su pasión narcisista
por el mando, ceder ante sus odios y aspirar a la pompa mundana de una apoteosis
que lo semejara a Bolívar. Pero se va a quedar con los dolores del prócer, sin
un ápice de su grandeza.” Continúa diciendo: “Lo que hay en torno suyo, esa carrera por
los restos de la piñata que va a romperse, es lo que tiene merecido su memoria.
Los que conspiran en silencio para alzarse con trozos del poder tienen
comprometida su conciencia y justos temores por el examen de su conducta. Porque
saben que se robaron a Venezuela, que la condenaron a cien años de abandono y
que ha llegado la hora de que respondan ante la Historia.” Ojalá que este
augurio no se consolide, ya que pensamos que somos un país capaz de una
inmediata recuperación, tanto por los agraciados recursos naturales, como por
los humanos no perdidos en las estúpidas ideas megalómanas para la composición
soclal mundial. El acto del 10-E, donde “el pueblo se juramentó por Chávez, porque
tomos somos Chávez”, con las vergonzosas y abusivas intervenciones de Daniel
Ortega y el cubano, es la manifestación mas palpable del miedo que tienen los
lideres del chavismo. Las caras de “babiecas” que observamos a José Vicente
Rangel, Rafael Ramírez, Maduro, Diosdado, Blanca, Vivas, Luisa Ortega, Luisa
Estela, y todo el resto de la camarilla que escuchaba a Daniel Ortega, pone el
tinte de sórdidos y mentecatos a estos personajes de farándula que nos
gobiernan. “Rodilla en tierra”, como lo representó el payaso de Winston
Vallenilla, un ave descarriada que vendió su alma al diablo.
Concluimos con expresiones
del antes nombrado Fernando Londoño Hoyos: “Las víboras se lanzarán implacables
contra cualquiera que pretenda penetrar en su nido de maldades…”La cuestión es
de supervivencia, que genera solidaridades feroces, y odios y recelos
incontenibles. Chávez era el mago que lo tapaba todo…”¿?…cada uno se preocupa
por lo suyo y lo defenderá a dentelladas. Los hermanos Castro serán los
primeros. Esa cifra que fluctúa entre cinco y diez mil millones de dólares por
año, regalo del locato de Caracas, explica que Cuba no haya tenido que rendirse.
Y queda lo que Chávez regaló a Nicaragua y comprometió en Bolivia, en Ecuador y
en Argentina. Y lo que se alzó la boliburguesía, esa mezcla de militares
corruptos y civiles arribistas que mandan y roban en Venezuela. Faltaría el
balance del narcotráfico para medio completar las cuentas. Esas que nadie se
atreve a pedir y que todos temen que un pueblo enfurecido llegue a demandar.
Después de 14 años de producir semejante fortuna, a Venezuela no le
ha quedado nada. Y eso era lo que tapaba Chávez con su agresividad de "rufián de
barrio" y sus maromas de populachero de tercera categoría. Se va con el mérito
de no haber permitido que esa pregunta se la hicieran en serio, con lo que se
economizó el costo de una respuesta imposible.
Venezuela no tiene un camino, ni un puerto, ni una fábrica, ni un
colegio ni un hospital para mostrar como resultado de esa danza millonaria. En
cambio, arruinó lo que tenía de industria y lo que producía de comida. Y se
gastó hasta el último barril de petróleo, dejando la pesada carga de una deuda
que tardará muchos años en pagar. Nada de eso es enteramente atribuible a la
improvisación y a la ineptitud de un régimen comandado por un sujeto
clamorosamente incompetente. Descontado ese fardo, surge patente que a Venezuela
se la robaron y las víboras sobrevivientes no quieren enfrentarse a la gran
cuestión que alguien, algún día, les propondrá a nombre de ese adolorido país:
¿dónde están mis reales?
Los aspirantes a mandar saben todo lo que tienen que ocultar. Y
saben que no podrán hacerlo si el poder se les escapa. Un poder judicial digno,
una opinión independiente, una Fiscalía decorosa y todo volará en átomos. Lo que
no es permisible ni aceptable. No se puede robar tanto, tan impunemente. A
Chávez le llegó su hora. Sus cómplices temen que la suya también. Y eso explica
la opereta y la furia de las víboras.”
Ojalá y sea
también la hora de este régimen de perversidades.