Tcnel. Alvaro Valera Boscán
Jefe de Seccional
LOS IORFANOS DEL ZULIA. Les recuerdo y les reitero la invitación el próximo sábado 7 de junio a las 2 de la tarde a compartir una tarde de grata compañía con nuestras damas quienes se ocuparan de prepararnos un sencillo homenaje en el mes de los padres. Ellas y el Iorfan-Zulia se encargarán de todo para pasarla bien. Traerán tortas, pasapalos, dulces, sangría, refrescos y dispondremos de suficientes vasos, agua, hielo y un mesonero para servirles la bebida preferida provista por ustedes. Contamos con algunos premios para los ganadores en dominó y truco. Estamos también estrenando un Bingo que seguramente les alegrará el momento a los amantes de esta sana diversión.
DE INTERES GENERAL: Cumpliendo instrucciones de la Junta Directiva del IORFAN, me permito informar a todos los Afiliados del Zulia, que se hace obligatorio enviar al IPSFA la Fé de Vida de cada uno de nosotros (Oficiales, viudas y Sobrevivientes) y que por tal motivo estamos autorizados y con la obligación de expedirla a quienes la soliciten personalmente llenando estrictamente los requisitos exigidos.
Por tal motivo y aprovechando la reunión del sábado 7 de junio, haremos una Jornada para comenzar a cumplir con tal exigencia. Deben traer dos copias de la cédula y dos del carnet.
LAS COSAS BUENAS HAY QUE COMENTARLAS. Y compartirlas.
Por razones de estricta obligatoriedad familiar, este fin de semana tuve que visitar el Táchira junto con algunos familiares de mi esposa y aproveché para pasar a saludar a mi querido compañero y hermano Miguel Casanova Ostos allá en San Pedro del Rio. La alegría del reencuentro luego de 30 años de ausencia, se multiplicó al reconocerlo con el afecto, vitalidad y bienestar de siempre. Su casarón colonial ubicada frente a la plaza, es una hermosa estancia de obligada visita; allí funciona un pequeño pero exquisito bar familiar con todas las bebidas para gustos exigentes, dos salones para recepciones con cocina y restaurant incluidos para 150 personas y una bodega con las chucherías, bebidas calientes y piezas de artesanía local que nunca faltan.
Todo es un museo adornado con el gusto y la experiencia del viajero mundano y las reminiscencias pueblerinas y familiares. Extremada atención que agradeceremos siempre y terminamos la visita con la guitarra y algunas canciones para recordar nuestro tiempo de cadetes.
