UN GRITO POR LA URGENTE REINSTITUCIONALIZACION
Jesús Enrique Briceño García
El viernes 08JUL2016, con algunos de los integrantes de mi promoción de la ESCUELA NAVAL DE VENEZUELA, CN Francisco Javier Gutiérrez 1966, cumplimos una de esas facetas de vida, llena de esperanza por el refuerzo de las TRADICIONES en nuestra ARMADA, presentándonos en nuestra Alma Mater, la ENV, donde después de 50 años de graduados, decidimos brindar tributo a ese centro de Formación de los hombres de blanco, portadores del orgullo de ser Líderes de la Seguridad de los espacios Marítimos Venezolanos, para revivir en nuestros pensamientos la unidad, de quienes luego de un proceso de formación, nos inculcaron la Seguridad y Defensa, como base de Libertad de una Patria y recordar a quienes exigían en ese Instituto, practicáramos actuaciones honestas, democráticas y en el marco de una serie de valores, uno de los más importantes, la decencia en la actuación personal.
Llegamos a la ENV para conmemorar años de graduados, como en la mayoría de las Instituciones educativas del país y viví momentos muy gratos, de remembranza de valores que el Capellán, logró permear, indicando en su homilía “Que se preservaban como que si fuera hace 50 años”. Esa calidez de la presencia de quienes oficiaron la misa, del coro de cadetes y los designados a asistir, así lo indicaban y reiteraban con gratitud, la percepción que se guardaban las formas de comportamiento expresadas en esa misa de acción de gracias. Cuando nos disponíamos a ir a la siguiente ceremonia, la Ofrenda Floral ante la Esfinge del Libertador, se me presenta el Oficial de Guardia, con una orden del Director de la Academia Militar de la Armada Bolivariana, invitándome a salir de ese espacio social de todos los venezolanos y principalmente de sus egresados. Una orden Ilegal, abusiva, carente de decencia, incongruente con el momento de un evento exclusivamente Institucional y falto del respeto y consideración debida a mi Rango y al Cargo que ejercí, como Comandante General de la Armada, con 17 años abordo, 6 Comandos, 8 años en Escuelas de Formación de Oficiales y menos ligada a ninguna decisión relacionada con algún beneficio a la Institución. Se creó confusión, entre quienes representábamos nuestro curso y quienes formaban parte de otra promoción que asistió para concelebrar sus 40 años de graduados, Promoción Almirante Luis Brión.
Asumiendo mi impotencia ante el poder aberrante de la fuerza y en equilibrado comportamiento propio de un Almirante Decente, como me formaron en mi hogar, pedí en forma ponderada a quienes estaban cerca, entre ellos el Capellán, que, a la luz de esta orden, profundizaran más el significado de la Institucionalidad y se dieran a la tarea de sembrar valores para así desterrar de la Armada la barbarie del abuso de poder. Fui comedido y equilibrado, como me enseñaron en esa ENV para ser Comandante y me retiré junto a mi Sra. que abochornada no entendía el significado de esa decisión. Me acompañó uno de mis compañeros más conmovidos, que se negó a continuar presenciando el resto de las actividades. Pedí, al resto de mis compañeros, que siguieran con los actos y así, se cumplieron las ceremonias previstas para la conmemoración de nuestros años de graduados.
Sin duda fui impactado, pero lamentablemente internalice más profundamente, que así es esta lucha desigual entre un poder obscuro que destruye las Instituciones, traiciona principios, intenta destruir la imagen de personas que representamos una Armada otrora Operativa, consciente de su misión y visión, que pertenecemos a esa férrea oposición desarmada y que llevamos muy en alto, nuestro prestigio personal, nuestros valores y la decidida actuación para dar ejemplos que permitan al resto de la población, actuar para contribuir a rescatar la Libertad.
Ellos buscan la reacción y así actuar con su intemperancia, nosotros la sana actuación por exigir lo que es nuestro: Nuestras Instituciones con las cuales rescataremos la Democracia. Nunca pensé que podían prohibir la permanencia en su Instituto de origen, a quien siempre escuchaban dando cátedras sobre Valores y el peligro de la Dicotomía ética en las decisiones. De quien hasta en los más difíciles momentos, alentaba la unidad, aupaba la formación Integral y pedía el reencuentro con los orígenes institucionales. Admito que en mi vida, me he encontrado escollos y trabas por logros que consideré beneficiosos para la Institución, pero subestimé la posibilidad del extremismo de muchos de ellos mis alumnos y me doy cuenta que el poder les envileció y han preferido apoyar un régimen que se hunde en la ineficiencia y ha sido generador de la miseria más grande que es la perversión personal.
El que Almirantes como este Director, hayan permitido permanencia de Oficiales cubanos invasores de nuestra Patria y no contribuya a sacarlos de nuestro territorio, son las dicotomías éticas que destruyen los valores de la carrera naval. El que Personas como este Almirante, permita que militares de baja graduación asistan a mítines políticos, si incurren en violaciones tácitas a nuestra CRBV y son los delitos que por acción u omisión soportan este régimen y no exponer al escarnio público a una persona con trayectoria Institucional y cuyos logros no se alcanzaron por lisonjas y loas a un régimen perverso como el actual.
Por esto, ahora más que nunca, me dirijo a los hombre Libres de este país, para que reforcemos las acciones del rescate de las Instituciones y unamos los esfuerzos por salvar la Venezuela decente, la Venezuela Democrática, la Venezuela que todos soñamos, porque hasta en los más recónditos lugares del desarrollo institucional, el castrocomunismo ha penetrado y quiere destruir el pasado de progreso y paz y entronizar su pérfido presente, con el cual nuestro pueblo se muere de hambre y de dolencias, sin encontrar apoyo de su Fuerza Armada, que abajo tiene en su mayoría, gente ávida de Libertad y arriba unos cuantos abusadores del poder, tal y como lo hacían los caudillos cuando ascendían gente de sus montoneras, que con nuevos grados pero sin formación, profundizaban con sus actuaciones, el atraso y la destrucción.
Venezolanos, siempre fuertes ante estos momentos de la Venezuela que lucha por su Libertad y que requiere que todos nos unamos en un grito urgente por la reinstitucionalización de nuestras FAN.
Jesús Enrique Briceño García