El águila y las moscas
Enrique Prieto Silva
Jueves 13 de noviembre de 2014
La prepotencia ridícula del "difunto eterno" fue una de las más notorias excentricidades de este personaje, que a mas de estúpida monserga, logró pervertir a sus seguidores, como la miel atrae a las moscas, amancebadas en el panal de la codicia palaciega, que luego del derroche, se asienta en el desenfreno de la perturbación de la miseria mendruguera. Una suerte de suspiro portentoso subyugado por la vanidad de quien siempre se sintió ungido cual deslumbrante mesías; que a final, lo condujo al estúpido mausoleo en el cuartel de la montaña y allí yace como cualquier faraón de los antiguos egipcios.
Pero el mundo de hoy es real, no de perspectiva como en el pasado; por lo que hoy es posible encontrar en los mismos y diarios trazos, los mejores datos genéticos, sin que se necesite deambular por la historia y la genética, para descubrir el prodigio o la miseria. Allí lo podemos vislumbrar, aunque aún es de incógnita la verdad de su muerte. Pudiéramos proponer como epitafio: "Aquí yace un Quijote moderno, que quiso hacer deslumbrar la miseria, pero solo encontró las moscas que no cazó"
Fue mucha la pretensión de su vuelo, y al tratar a los venezolanos como sabandijas, hizo frecuente su frase: "águila no caza mosca". Considerando a todo adversario, político o personal como el aborrecido insecto, aunque con la cara de sabio vagabundo, asomó el espanto de la soberbia. A final, transformó el país en un "mosquero" presto a la adulancia, la intriga, el engaño, la petulancia, el llanto, la miseria y el hambre. Pero indiscutiblemente, nos encontramos en un espacio histórico, que no solo es presente, sino propuesta de futuro, donde el venezolano consciente se pregunta: "...si la sociedad debe arrimarle el hombro a los grandes culpables para encubrir o amortiguar errores que se empeñan en seguir cometiendo...", pensando en que "...sería volver a distraer y confundir a la población inocente, a las moscas muertas, no sólo para identificar los verdaderos responsables del desastre, sino que apuntalaría teorías que en toda la historia han sido fallidas y fraudulentas...".
No hay dudas, que el "águila", que se creyó invencible, y hoy lo llaman eterno, no era más que un pobre Quijote moderno, que envileció la verdadera "patria", tomada como bastión de ese envilecimiento, acompañado de una turba atolondrada, que se deleitó del panal, donde fueron muchas las abejas reinas, que laboraron para generar esa miel. Pero esa turba, que quedó sin guía, está siendo manipulada por los "revolucionarios", hoy confundidos, que han dejado el carril desviado, a zonzos militares, que creyéndose dominados por la servil, que nunca fue la obediencia debida del militar, a la que se refieren los pilares de la FAN en la Constitución.
Algo debe quedar claro, estos militares, confundidos, no se han percatado, que están saboreando del panal baboseado por las moscas muertas, pero, ineludiblemente, están "...compartiendo responsabilidades con quienes aún se empeñan en profundizar las causas de la tragedia actual...". Es lo mismo que "...hacerse cómplice de barbaridades que en modo alguno son atribuibles a quienes llevan lustros señalando el cúmulo de locuras...". Pero lamentablemente, la torta baboseada, es lo que nos ha dejado la "revolución" del difundo, que en su intento de no cazar moscar, transformó el panal en una verdadera "torta", como la que él endilgó al TSJ por sus acciones del 11 de Abril.
@Enriqueprietos