de la emblemática Promoción
"Batalla de Maturin"
Maracaibo, 07 de enero de 2016
Sin pretender molestar su merecido y necesario descanso, me debo a la obligación de recordarles una carta que les envié hace unos meses y aunque no obtuve la esperada respuesta, considero útil reenviarla para su análisis, ya que la vigencia de su contenido solo difiere de lugar y fecha para el propósito que se persigue.
Lo hago porque me acompaña una sutil preocupación por el trabajo que se otorga, principal y esencialmente él, nuestro hermano José Donald Castillo en querer reunir cada año o cada vez que sea posible, a sus queridos compañeros de promoción. Unas veces lo logra; otras, lo logra medianamente y otras tantas no, pero su ánimo y persistencia prevalecen en su empeño y en esas celebraciones conjuntas podemos sentir el calor y la alegría del maravilloso reencuentro. Quienes hemos tenido la fortuna de compartir esa experiencia, alabamos el trabajo realizado por Donald y Carmen para quienes nunca tendremos palabras ni actitudes que compensen tal esfuerzo.
Esta vez es su casa en Barinas, luego Oriente y después Caracas. El tiempo, la distancia y los gastos quedan indefinidos porque los objetivos privan sobre las eventualidades.
Es por lo que pido a mis hermanos de promoción, considerar las circunstancias que cada vez nos recuerda Donald: "El tiempo es hoy" y demostrar con nuestra presencia el valor que poseemos como grupo.
Gracias Dios, por habernos congregado de forma maravillosa ese año de 1967 y gracias por permitir reencontrarnos 45 años después.
Con afecto y agradecido por su atención queda de ustedes,
Alvaro.