Enrique Prieto Silva
Jueves 29 de noviembre de 2012
Los
margariteños vivimos hoy la gansada sin precedentes del supuesto coterráneo
general Mata Figueroa, incluido en el plan paracaidista de Chávez para las
elecciones regionales, quien intenta catequizar al glorioso y heroico pueblo de
Matasiete, con la fanfarria del neoliberalismo mediocre “siglo xxi”, cargado de
comida, neveras, cocinas y otros artefactos comprados con el “fondo chino”, para
engañarlo y ganar su voto en las elecciones para gobernador. Y preocupa, que una
persona que no tuvo capacidad para dirigir a la FAN autónomamente, crea que es
mas fácil gobernar sin autoridad y sin criterio a un pueblo que ha rechazado la
ignominia y la barbarie, utilizando militares en retiro discriminados por él
para su campaña electoral.
El general Mata
Figueroa resultó ser el peor enemigo de los militares retirados. Como ministro
se negó a cumplir la sentencia No. 824 del TSJ,
que le ordenó impartir las órdenes para que se
procediera a la cancelación del beneficio de alimentación a los militares en
situación de retiro, en las mismas condiciones establecidas para los activos.
Derecho social que les corresponden
por Constitución y ley. Sin embargo, aprovechó su sumisión para obtener la gran
botija que hoy le sirve para vivir como portentoso rico en nuestra Isla, y pagar
la costosa campaña que hace para apoderarse de la gobernación de nuestro
estado.
Militares en retiro
recuerdan a Mata Figueroa su caradurismo para declarar improcedentes todos los
reclamos que le hicieron; su indiferencia y trato despectivo con los retirados y
sus familiares. Nunca los atendió y fue capaz de dejar en el patio del
Minpopo a un grupo, entre ellos un ex ministro, que fueron a rogarle aceptara la
decisión del TSJ. Fue intolerante para atender la injusticia del pago a las
viudas sobrevivientes de tan solo el 50% de la pensión. Fue incapaz de llevar el
sueldo de la tropa profesional al salario mínimo. Mediante resoluciones de su
puño y letra, puso en la calle a mas de 180 militares profesionales de los
diversos componentes, sin juicio ni consejo de investigación alguno, con la
excusa de tiempo máximo en el grado. Mantuvo e incrementó la nómina de militares
activos sin cargo en sus casas por no comulgar con su “rojo
rojito”.
Declaran sus subalternos, que “descaradamente y sin estupor violó la
norma constitucional de la apoliticidad de la FAN, arengando en las unidades y
dependencias militares sobre el culto a la personalidad del Presidente,
convirtiéndose en ‘alabardero de turno’, adulante, como muchos otros que se
rasgan las vestiduras por una revolución que ni saben que es, ni conocen para
donde nos lleva”. Dicen algunos que, “a lo mejor busca que le hagan una estatua
pedestre (porque nunca supo montar a caballo) y la coloquen en ‘Los Próceres’ al
lado de Juan Bautista Arismendi” ¡Qué descaro!
Ante sus andanzas contra los militares y todos los venezolanos, un
militar retirado verdadero le escribió: “En la Roma antigua, cuando un general
desfilaba victorioso por las calles, tras él, un siervo se encargaba de
recordarle las limitaciones de la naturaleza humana con el fin de impedir que
incurriese en la soberbia y pretendiese, a la manera de un dios omnipotente,
usar su poder ignorando las limitaciones impuestas por la ley y la costumbre.
´¡Mira tras de ti!
Recuerda que eres un hombre y no un dios’…
Recuerda que morirás “