Enrique Prieto Silva
Jueves, 30 de julio de 2015
General Padrino, hay incertidumbre en el país democrático, sobre lo que quedará como enseñanza de este mal gobierno, que bien sabe usted, es el legado del comandante Chávez. Olvidemos la fanfarria de que ¡Chávez vive!, porque usted no es zonzo ni extraído extrapolar. Usted se formó en democracia con la herencia que nosotros le dejamos, y lo alertamos del error cometido por el difunto, al creer que cambiar la patria y hacer un hombre nuevo, es simplemente como “soplar y hacer botellas”. No general Padrino, el hombre nuevo estaba en gestación y usted es su prototipo. Si, así como lo oye, solo falta que usted lo entienda y salga de ese cartucho en que lo metieron los sátrapas de este gobierno, que han logrado engolosinarlo con grados innominados, baratijas y oropeles, que lamentablemente usted ha asumido sin pena ni gloria, creyendo en verdad que tenemos nueva patria, con lo que adorna sus discursos, que ya saturados de sandeces se están transformando en vomitivos. Es triste decirlo, pero su léxico, que ya raya en lo trivial, está haciendo creer al venezolano de a pie y hasta a los intelectuales, que usted es el prototipo del militar moderno, con lo que pone en tela de juicio al militar que nosotros comenzamos a labrar para desprendernos del militar chopo e’ piedra que atosigó al ejército gomecista, heredero de las turbas post independencia, que enquistadas en los gobiernos pasados, antes de la democracia, se valieron del erario público para enriquecerse y formar esas castas de burgueses ignaros, que nosotros despreciamos.
Justamente, general Padrino, ese es el legado del “comandante eterno”, que en mala hora vivió para destruir en tan poco tiempo, lo que habíamos progresado después de la temperancia de comienzos del siglo 20. General Padrino, todos sabemos que en este momento hay un ¡Sálvense quien pueda! al fracasar la “revolución”. Y para que se entere, siempre habrá un chivo expiatorio que deba responder por los desafueros ajenos. Y si no se ha dado cuenta, general Padrino, sin mucho vuelo usted está en la mirilla, a quien utilizan para soliviantar y alivianar los ánimos, pero a su vez, le meten zancadillas de las que solo usted responderá cuando corresponda. Recuerde que firmó o hizo una resolución reglamentando el uso de armas letales en manifestaciones ¡Tremendo absurdo! Contra los derechos humanos y directamente violatorio de la Constitución. Nadie se atreve a pensar que fue idea suya, pero lo hicieron y usted se hizo responsable. En este momento, han derogado una sentencia que data de 40 años cuando las guerrillas, y como si fuera bagatela, abren nuevo juicio cambiando de la jurisdicción militar a la penal ordinaria, como quien se cambia un par de zapatos, solo para “joder” a gente de la Oposición, que para mal suyo, es militar retirado que usted está obligado a defender. Está en la Constitución que solo se puede anular o revisar un juicio, cuando este perjudica al reo, aquí es lo contrario. ¡Absurdo! Solo falta general Padrino, que anulen la sentencia del fusilamiento de Piar y usted se encargue de revivirlo. No general Padrino, sacúdase el saco, como lo hizo José Vicente, que fue ministro de la Defensa en horas de aprieto, pero tiene su rollo guardado. General Padrino, en la época de Rómulo Betancourt, esos guerrilleros que hoy gobiernan con usted, atacaron a las Fuerzas Armadas, lo que obligó a imponer la justicia militar, admitida y válida entonces por la Constitución. Hoy, por doctrina jurídica, ese cambio es imposible, ya que no puede reiniciarse un juicio, ni anularse sentencias por caprichos, y usted general Padrino, será el responsable de esta injuria y desates. General Padrino, como abogado y profesor universitario con 30 años de docencia y 44 de jurista, le invito a salvarse de lo que le vendrá cuando el derecho de enderece. ¿Quién se está enriqueciendo con la fábula de ¡Chávez vive!, haciendo fantoches, afiches y hasta estatuas de su prócer? ¡La justicia no es un juego para beneficio político! Recuerde que las revoluciones se comen a sus gestores. ¡Sálvese, salvando a Venezuela y su democracia!